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La isla mínima, el máximo atolón de nuestro cine.

por Gelines Romero
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La Isla Mínima es una vista de pájaro al genero policiaco. Y ahora ya podéis verla en pantalla grande, la cita será el próximo viernes 17 de abril dentro del programa del ‘5th Spring Weekend’ del London Spanish Film Festival.

La Isla Mínima es una vista de pájaro al género policiaco. Sobrevolando el Parque de Doñana nos adentramos al asfixiante Guadalquivir en un viaje que tiene por destino la profunda oscuridad que se oculta en el ser humano, haciendo que el espectador descienda en el mal inapelable del alma. Lo bueno es simple, el cine también los es. Con esa máxima, magistralmente utilizada por Alberto Rodríguez (un cineasta hambriento por reinventar un cine español para masas y de calidad como ya demostró con sus anteriores trabajos como Siete Vírgenes o la también aclamada Grupo 7), nos sumergimos en una hipnótica historia de aparente sencillez:

La relación de una pareja de detectives – portentosamente interpretados por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez– antagónicos en apariencia, origen y pensamiento, un brutal crimen que resolver, una pequeña comunidad tiránica donde nadie es lo que aparenta, una época sucia y enmarañada (los años ochenta en una Andalucía profunda, enrarecida, recordando a la opresiva Louisina Americana tan bien retratada en la magistral serie de la HBO True Detective) donde los recuerdos y remordimientos de una anterior España están latentes más allá de las ciénagas.

La cinta es cinematografía, es ritmo, es ambientación, son planos secuencias pensados y sentidos construyendo una atmósfera maligna y sombría.

La cinta es cinematografía, es ritmo, es ambientación, son planos secuencias pensados y sentidos construyendo una atmósfera maligna y sombría. Un universo que tiene su origen en el retratista ya fallecido Atin Ayan, cuyas fotografías en blanco y negro de las marismas del Guadalquivir y sus gentes golpearon al realizador y al director de la fotografía Álex Catalán, siendo deudora de esos retratos. Primero fue el lugar, luego llegó el argumento.

Por ello, siguiendo el cauce marcado por el director, más allá del espacio, de las localizaciones, del sofocante laberinto de arena y maleza que nos envuelve desde la primera secuencia, es donde la estética deja paso a la complejidad de las emociones que se encierran en los personajes principales, arrollados con su particular lucha interior. La muerte, no es solo el centro del guión, es el lienzo sobre el que se dibuja todos los individuos que deambulan en la perturbadora villa, dando solidez, intriga y amargura a la propia historia. Así, dejamos a un lado la sombra del género de suspense y llegamos a una trama política ideada para hacer preguntas, dejándonos con ganas de más, de hallar las respuestas que quedaron atrapadas en el fango.

Sin lugar a dudas, La Isla Mínima es la quimera del buen cine, el atolón donde deben anegarse las butacas… y es cine español.

Es de justicia las 10 estatuillas logradas en la última edición de los Premios Goya por éste largometraje que se ha llevado todos los elogios, confirmando el reencuentro tan esperado desde hace mucho tiempo entre critica y público. Sin lugar a dudas, La Isla Mínima es la quimera del buen cine, el atolón donde deben anegarse las butacas… y es cine español.

Y ahora ya podéis verla en pantalla grande en Londres. La cita será el próximo viernes 17 de abril, en el Ciné Lumière a las 8:40 pm, dentro del programa del ‘5th Spring Weekend’ del London Spanish Film Festival. Después de la proyección, habrá una mesa redonda y un albariño gallego. En Brit Es Magazine ya tenemos nuestros tickets, ¿y tú? ¿a qué estás esperando?

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Web oficial del London Spanish Film Festival: www.londonspanishfilmfestival.com

Ciné Lumière: www.institut-francais.org.uk

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