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Los objetos de Óscar Díaz

por Elena Lafuente Alonso
© Oscar Diaz
Para alguien como Óscar Díaz (León 1975) nada es capaz de limitar su aptitud innata de generar nuevas ideas. No solo los espacios dedicados propiamente al arte, sino también aquellos de tránsito cotidiano, como los supermercados o mercadillos de las ciudades, pueden constituir para él una fuente inabarcable de inspiración.
'RGB Vases' de Óscar Díaz © Sylvain Deleu

‘RGB Vases’ de Óscar Díaz. Foto © Sylvain Deleu

El diseñador industrial Óscar Díaz estudió Bellas Artes en la Universidad de Salamanca, pero encaminó su trayectoria en una dirección diferente tras su estancia en la escuela de Bellas Artes de Burdeos, donde se especializó en la disciplina del diseño industrial, y su posterior oportunidad de trabajar en el estudio de Matali Crasset en París. Fue en el año 2006 cuando finaliza su formación académica en el departamento de diseño del Royal College of Art de Londres, ciudad donde establecería definitivamente su propio estudio, compaginando su labor de diseñador con la de docente en importantes centros de diseño del mundo, destacando Japón como uno de los puntos de intercambio cultural más relevante en su trayectoria, cuyo influjo se releva evidentemente en muchas de sus obras.

El modo en que Óscar Díaz aborda sus proyectos no es individualista, pretende siempre un enfoque heterogéneo logrado con la colaboración de especialistas de otros ámbitos que puedan completar su visión con perspectivas diferentes. En su trabajo combina la producción en serie con la realización de piezas numeradas de carácter artesanal, pero en todas ellas -dejando a un lado la función utilitaria que define al diseño-, introduce un ingrediente emocional que otorga a sus obras una naturaleza mágica. Y esa es precisamente la habilidad de Óscar: la de ser capaz de trasladar a un elemento cotidiano la energía insólita de algo, que sólo puede estar presente en lo extraordinario.

Su serie de candelabros ‘Tubo’, el exitoso ‘Ink Calendar’, el espejo ‘Volume’, o los ‘RGB Vases’, son solo algunos ejemplos de cómo el uso de objetos ordinarios presentes en cualquier hogar, puede transformarse en una experiencia sorprendente cuyo cometido rebasa lo puramente funcional y material.

El ingenio y la agudeza de Óscar para crear son incuestionables, y por ello no es de extrañar que Muji, Terra Plana, Phillips de Pury and Co., o Hermés Japan, entre otros muchos, hayan confiado en su talento para llevar a cabo sus producciones.

¿Qué aporta un diseñador a la sociedad actual? ¿Cuál dirías que es su función?

Vivimos rodeados de objetos, la mayor parte sirven para hacer algo, son de algún modo utensilios para relacionarnos con el mundo. Básicamente un diseñador lo que puede hacer es mejorar esa relación modificando o repensando los objetos del mundo cotidiano.

El diseño es uno de esos ámbitos que en ocasiones aparece excluido como una forma de arte. Como licenciado en Bellas Artes y profesional del diseño ¿Qué opinas al respecto? En tu caso ¿Te consideras un artista?

Creo que el lugar que ocupa el diseñador se encuentra justo en el punto intermedio entre el ingeniero y el artista. Hay una parte funcional y técnica, pero también tiene que estar presente el factor emotivo. La clave está en saber encontrar el equilibrio entre ambos elementos, que es justo lo complicado.

En cuanto a mí, no me considero un artista aunque haya estudiado arte. Sin duda el arte ejerce una influencia importante en lo que hago, pero el diseño es un trabajo bastante distinto y mi objetivo es la producción en serie.

¿En qué momento decides apartarte del mundo específicamente artístico para involucrarte por completo en el campo del diseño?

Fue alrededor del año 2000, cuando estaba estudiando en Burdeos. Siempre me interesó el diseño, pero es en ese momento cuando decidí dedicarme a ello profesionalmente.

¿Qué crees que debe tener un proyecto de diseño exitoso? Y a propósito de la pregunta ¿Cuál es para ti el mejor/mejores diseño/s de todos los tiempos?

Un trabajo exitoso es aquél que posee un equilibrio entre inteligencia y emoción. Debe ser algo que nos facilite la vida de algún modo y si es posible que nos evoque algo más que lo puramente utilitario, que sea capaz por ejemplo de arrancarnos una sonrisa o nos haga ver las cosas de una manera diferente.

Dependiendo del tipo de objeto que busques, hay muchos que me parecen buenísimos. Varios de los relojes de Braun diseñados por Dieter Rams o la lámpara Parentesi de Achille Castiglioni y Pio Manzu, están entre mis favoritos.

Tienes diseños muy diferentes, pero ¿Qué características comunes dirías que comparten?

Lo que tienen en común todos mis trabajos es la ausencia de estilo. Para mí es importante que habite una idea detrás de ellos, algo que haga el proyecto necesario; puede ser una nueva manera de fabricarlo más asequible, o algo que mejore su función. Creo que hoy en día tenemos demasiadas cosas a nuestro alrededor invadiendo nuestras rutinas y mi intención es precisamente la de aportar algo que vaya más allá de lo formal y pueda tener cabida en un nivel conceptual para fomentar su recuerdo. Es algo que intento que esté presente, pero no siempre se consigue.

¿Podrías contarnos acerca de cómo te enfrentas al proceso creativo? El tiempo que conlleva ese proceso, ¿es más o menos el mismo en todos los proyectos?

Todo comienza en una etapa de absorción donde lo primordial es sumergirme en las necesidades del proyecto e informarme al máximo sobre los límites (del material, del proceso de fabricación, del tiempo disponible, del presupuesto, etc.). Tras ella vendría una segunda fase donde propongo algunas ideas de manera borrosa y no muy definida para dar paso a la exploración de las ideas seleccionadas mediante modelos o maquetas. Es en este momento cuando la mejor solución se hace evidente y paso a trabajar los detalles formales así como los materiales y acabados que considero más convenientes para que la idea inicial mantenga su fuerza.

El proceso no siempre es el mismo, tienes que adaptarte a las circunstancias de cada proyecto. A grandes rasgos podríamos decir, que dichas pautas se cumplen casi siempre.

¿De todos tus trabajos/diseños, de cuál te sientes más orgulloso y por qué?

No sé si la palabra orgulloso define lo que siento. Mi sensación es más bien de gratitud por la mayoría de los trabajos que he realizado puesto que me han permitido vivir haciendo lo que me gusta. Cada uno de ellos me ha llevado hacia una dirección distinta y me ha hecho aprender unas cosas u otras.

Si tuviera que mencionar alguno, el ‘Ink Calendar’ es significativo para mí, porque fue uno de los primeros que llevé a cabo al terminar el máster, así como los ‘Tube Toys’, porque en este caso conseguimos reducir la cantidad de embalaje a tirar en más de un 80% sobre un juguete similar, y eso es algo muy valioso a tener en cuenta. Por otra parte, siento mucho aprecio también por los ‘RGB Vases’, puesto que fue la primera vez que trabajé con el cristal, y por último debo mencionar Hermèscope, que es el diseño de los escaparates que realizamos para la boutique de Hèrmes en Tokio.

© Óscar Díaz

Con tu bagaje profesional y académico, ¿qué recomendaciones harías a aquéllos que deseen encaminar su trayectoria hacia el diseño industrial/producto?

Es muy importante que elijan bien dónde van a estudiar y aprovechen cada minuto para hacer proyectos, porque el diseño industrial es una disciplina práctica que se aprende haciendo. Algo muy relevante que tienen que tener en cuenta es que el taller de la universidad o del centro donde vayan a estudiar tenga máquinas de prototipado. El mejor consejo que puedo darles es que en caso de que no las tengan, vayan a otro.

¿Qué es más complicado, ser diseñador o empresario?

Para mí empresario. Seguramente porque esa es la parte que no me enseñaron en la universidad, y que sin embargo hoy en día es más necesaria que nunca.

¿Está afectando el Brexit a tu trabajo? ¿Qué crees que va a ocurrir y qué harás al respecto? ¿Eres de los que se quedan o se te ha pasado por la cabeza marcharte a otro lugar fuera de UK?

Por ahora el Brexit no ha empezado, y al parecer van a tardar unos dos años en ponerse de acuerdo y negociar todo lo que implica. Si la decisión afecta a la economía de Inglaterra me iré y probablemente vuelva a Francia.

León y Londres. Las dos empiezan por L. ¿Se parecen en algo más? ¿Con qué te quedas de una y de otra?

En realidad no se parecen en nada sobre todo en lo que respecta al ritmo de vida. De León me quedo con los alrededores como la montaña y de Londres con la energía y variedad de propuestas culturales.

 

Esta entrevista fue publicada en Brit Es Magazine #0 Dreams en diciembre de 2016
Le hemos preguntado al diseñador Óscar Díaz sobre cómo afecta el brexit a su estudio actualmente. Si quieres conocer la respuesta haz clic aquí.

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