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Michael Yaikel, folclore del futuro #LatinBritEs

por Christian San Martin
Michael Yaikel
Esta entrevista al artista chileno Michael Yaikel, fue publicada originalmente en Brit Es Magazine #0Dreams en Diciembre de 2016. Liberada hoy, en su versión on-line, para estos días de confinamiento en el que la lectura y el arte nos están sirviendo de refugio, y en un momento en los que el ser humano tiene la labor de buscar la armonía con naturaleza y el planeta.

Michael Yaikel es un joven artista chileno que pertenece a una nueva generación de artistas sudamericanos que en vez de buscar inspiración al otro lado del charco, sienten una mayor afinidad con las tradiciones y leyendas de las antiguas civilizaciones precolombinas.

Una constante en la obra de Yaikel es su interés por explorar el contraste entre el hombre y la naturaleza. Sus murales nos instan a conectar con la belleza, crecen “como el musguito en la piedra” y traen a las calles de Santiago de Chile, el poder primigenio de La Pachamama (Madre Naturaleza). Los temas que escoge y el uso que hace del color, desafían por igual nuestra percepción de lo que debería ser el folclore y el street art. El resultado sigue siendo arte folclórico, pero no del tipo que conocemos.

¿Puedes presentarte?
Hola Europa, me llamo Michael y soy un pintor de 30 años que vive y trabaja en Santiago de Chile. Para alguien que no conozca tu trabajo, ¿cómo describirías tu estilo de pintura? Me gusta pintar cosas que me parecen interesantes, y la mayoría suelen ser plantas y gente. Pinto escenas que he inventado de una manera muy sintética y colorida, intentado evocar formas interesantes que he visto antes en algún sitio.

© Michael Yaikel

¿Qué artistas -en cualquier campo- han tenido un impacto en lo que haces?
El mayor impacto creo que vino de la mano de mi padre, Rafael Edwards, es un artista que domina todas las disciplinas y me hizo pintar desde que era un niño. Luego todos los clásicos: Picasso, Rousseau, Matisse… En la escuela de arte he aprendido mucho de mis compañeros: José Benmayor, Santiago Ascui, Matías Santamaría, Ignacio Gatica, y ahora la lista sigue creciendo con Instagram, cada semana descubro un artista nuevo que me deja atónito.

He visto que pintas murales, ¿en qué formato te sientes más cómodo? Me siento físicamente más cómodo trabajando en mi taller pintando en un lienzo porque allí puedo tomarme el tiempo que quiera, tengo todo lo que necesito, cada color, cada pincel, música y una silla. Por lo general, para mí pintar muros es más excitante porque siempre es un muro nuevo, tengo algunos colores y otros no, así que tengo que improvisar más y eso también me gusta…

Descubrí tu trabajo a través de un libro argentino, “Magia y Mística. Arte Contemporáneo”. ¿Es tu intención proyectar esta espiritualidad en tu trabajo o crees que sólo es una etiqueta para darle un nombre a una escena?
Normalmente mi trabajo está inspirado en mis experiencias con la naturaleza, en mis historias con otra gente, animales y plantas. Pero cuando lo llevo al lienzo intento no decir algo demasiado explícito, me gusta dejar las cosas abiertas para que el espectador pueda hacer su propia interpretación sobre lo que está pasando en la escena que tienen enfrente. Así que a mis pinturas y a mí nos ponen un montón de etiquetas…

¿Cuáles son las etiquetas que te gustan y disgustan más? ¡Las recibo todas con los brazos abiertos! ¡Cuantas más etiquetas, mejor! Me gusta cuando alguien viene con una nueva perspectiva de uno de mis cuadros. De verdad, ninguna etiqueta me molesta.

En concreto en tu exposición “Experiencias de vida”, hay unos personajes que se van repitiendo con una especie de ponchos rituales: algunos hechos con plumas, otros con hojas, algunos con historias en sus ponchos… Esta gente, ¿de dónde viene? ¿Cómo se llaman? Este personaje es la representación del humano que uso para la mayoría de mis cuadros, y el traje es una mezcla que se fue dando entre varios trajes que fui inventando, inspirados en las vestimentas indígenas que he visto en distintos lugares. Este hombre a veces lo uso para representarme a mí en alguna escena o a cualquier personaje que quiera representar, como en la exposición “Experiencias de vida”, que está inspirada en experiencias propias y en personajes de distintos rubros y culturas.

© Michael Yaikel

Creo que deberías encargar a algún sastre que haga realidad esos ponchos.  Sí, sería maravilloso si alguien se motivara a hacerlos. ¡Sería increíble!

Rocas, flores de cactus, piedras preciosas, ríos… Todos elementos simbólicos que resuenan en nuestro subconsciente dejando sólo el eco de algo sin descifrar. ¿Estos elementos van más allá de lo puramente estético o somos los espectadores los que llenamos los huecos con nuestras mitologías propias? Todos esos elementos son las maravillas que se pueden ver cuando vamos adentrándonos en la naturaleza. Cuando voy de vacaciones, en algún paseo, o aventura, vamos adentrándonos en la profundidad del paisaje y se van descubriendo todos estos símbolos fantásticos y elementales que en la ciudad no se aprecian tanto, las flores, las rocas, los ríos y todo lo básico que ofrece la naturaleza que no es más que eso. Yo trato de pintarlo lo más bonito posible, para que entre en las cabezas de la gente y, en cierta forma, tenga un efecto positivo sobre ellos.

Parece que Chile por fin se ha reconciliado con sus raíces indígenas y esto está animando a muchos artistas jóvenes a mirar dentro de sus propias fronteras en busca de inspiración. ¿Podemos hablar de una nueva ola de arte folclórico chileno? Podría ser pero, para ser honesto, no sé; aquí la gente siempre ha estado muy orgullosa de sus raíces indígenas, siempre ha habido un conflicto entre los derechos de los indígenas y los intereses del sector estatal y privado sobre los recursos naturales, que son tan sagrados para los indios. Lo que hago, no apunta en esa dirección. Para mí se trata más de una admiración por las culturas antiguas -ya sea de Chile, Bolivia, Perú, México, o de cualquier parte del mundo-, y su relación consistente con el planeta y el arte.

Veo mucho esa admiración que mencionas en el trabajo de varios artistas latinos, en tu obra, en la de Paula Duró… ¿Crees que las galerías internacionales finalmente caerán rendidos al hechizo a esta forma tan suraméricana de entender el arte? Me encantaría que las galerías se dejasen seducir por este arte pero tengo más esperanza en la gente que demuestra su interés a través de internet, o que visita el taller y te apoya con la compra de un cuadro o un grabado. Hasta ahora, nunca me ha ido bien con las galerías, me va mejor en las relaciones directas con la gente…

Es genial que gracias a internet la gente pueda apreciar el arte y comunicarse directamente con el artista que crea la obra.

¿Crees que desaparecerán los intermediarios? ¡Internet es demasiado bueno para la difusión del arte! La gente puede conocer mucho más y contactar directamente con el artista, pero también es muy importante la función de los intermediarios, como galeristas y comisarios de arte, para promover, organizar exposiciones y reunir artistas, además de incentivar a la gente, crear público y ayudar a los creadores a llevar su trabajo más allá. ¡Ojalá no desaparezcan!

¿Existe una buena comunicación entre los artistas de otros países de América Latina con los artistas chilenos? En mi caso tengo muy buena comunicación con gente de Perú y Argentina. La mayoría a través de pintar murales. Gracias a eso he conocido a un montón de buena gente con una obra excelente.

© Michael Yaikel

¿Qué piensan de lo que pintas en las paredes los artistas de graffiti más clásico? ¿Qué es lo que piensan? Es difícil saberlo, generalmente la gente te dice “¡Buena está bacan!”, pero de repente no le gusta, o quién sabe lo que pasa por su cabeza. Sé que hay gente que le gusta porque en su momento mi arte fue innovador y creaba un contraste interesante con todo el graffiti clásico, el 3D, el wildstyle y todos esos estilos. Así que seguramente que haya gente que no le guste lo que hago porque son más puristas.

¿Has tenido enfrentamientos o te han pintado encima alguno de tus murales? Cualquier persona que pinta en la calle ha borrado otros murales. Nunca voy a borrar un mural nuevo, pero no tengo ningún problema en hacerlo si un mural es viejo, ya lo rayaron encima y está feo. Si me borran un muro no me enojo. A veces borro mis propios muros cuando ya están viejos y descoloridos.

¿Qué artistas de la calle te inspiraron a coger una lata de spray? Los que me inspiraron a empezar fueron mis amigos Grío, LaCosa, Kiwi, Waton Nadao, Tenam, Pohyo, Yisa, Bimer y muchos más que estaban ahí pintando cuando empezamos en 2002, y después fui descubriendo muchos que ya estaban a años luz de nosotros como Os Gemeos, Barry McGee, etc.

¿En qué has estado trabajando últimamente? La primera mitad del año estuve trabajando en murales, pintamos un muro muy grande en Valparaíso, una serie de murales para un festival de música, uno bien grande también para una oficina, y otro dentro de una galería.

Todos ellos muy diferentes los unos de los otros, lo cual es algo que me gusta mucho porque me mantiene inspirado y feliz.
Desde julio he retomado el trabajo de taller, que es una parte muy importante de lo que hago, porque es allí donde puedo pintar más tranquilo, sin interrupciones y con más tiempo para llegar a nuevos puntos de vista y desarrollar temas que aplico a mi trabajo.

Últimamente estoy desarrollando una serie de jarrones con plantas. Me interesa explorar esa mezcla de la pureza orgánica de las plantas viviendo dentro de jarrones rígidos. Es como la relación entre el hombre y la naturaleza. Este trabajo lo mostré recientemente en una feria que se llama ART STGO y tuvo muy buena recepción.

¿Cuáles son sus proyectos futuros? Ahora estamos a punto de montar una expo junto a mis compañeros de taller Santiago Ascui, José Benmayor y Pía Cárdenas, en un centro histórico de la ciudad donde voy a mostrar una serie de acrílicos de mediano formato. También sigo trabajando la serie de jarrones y plantas que está en pleno proceso. Ojalá que una vez lo haya completado, el año que viene pueda conseguir más exposiciones para mostrar mi trabajo.

Además, como siempre, trabajar en murales y proyectos que siempre van saliendo.

¿Qué música te gusta escuchar mientras pintas? ¿Te ayudas de psicotrópicos en busca de inspiración? Me gusta la música clásica, la electrónica, el soul y el jazz.

Acerca de los psicotrópicos, sí a veces los uso para dar un paseo por la naturaleza. Es increíble ver como con un psicoactivo las ideas empiezan a aparecer solas mirando tanta maravilla que hay en el mundo.

Esta entrevista fue publicada en Brit Es Magazine #0 Dreams en diciembre de 2016

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