Buñuel en el laberinto de las tortugas. El homenaje más sincero a Luis Buñuel, en IberoDocs

El punto de partida fue un billete de lotería y la promesa de Ramón Acín, líder anarquista, profesor y amigo de Buñuel: ‘si me toca, rodamos el documental´. Y así fue. Buñuel y Acín, junto a Rafael Sánchez Ventura, Pierre Unik y el cámara francés Éli Lotar, se trasladaron a las Hurdes, un fin del mundo remoto y desamparado; una tierra sin pan olvidada y miserable, profecía de la guerra civil que se avecinaba.

Conocemos el resultado, 27 minutos descarnados retratando la pobreza extrema de la región. Del rodaje apenas sabemos nada, así que Fermín Solís se permitió inventarse aquellos días. Se imaginó a Buñuel y a sus amigos detrás de las cámaras, y los dibujó en un cómic en blanco y negro. Diez años más tarde, Salvador Simó, con José Luis Ágreda en la dirección de arte, tradujo el cómic a la animación. Tonos ocres invadieron los fotogramas, y también la nueva edición del cómic, publicado de nuevo en Reservoir Books.

El personaje de Buñuel se humaniza a golpe de virtudes y defectos. Intuimos sus incoherencias, su carácter obstinado y transgresor, la lucha interna entre sus principios y la educación religiosa recibida durante su infancia. Y de estos trazos surge un personaje complicado y entrañable. Es ficción, pero Las Hurdes. Tierra sin pan (1933), también lo es. Sabemos que Buñuel provocó alguna de las escenas, pero debemos preguntarnos si enmarcar la realidad con una cámara no es ya ficción. A veces esta no hace más que intensificar la realidad hasta reducirla a lo esencial. Lo mismo consigue el hecho de traducir los personajes a líneas y colores: los protagonistas se transforman así en símbolos de un sufrimiento extrapolable a demasiados contextos, vigente en demasiados períodos.

Los límites se diluyen aún más al intercalar Simó imágenes del documental original entre los fotogramas. Buñuel en el laberinto de las tortugas (2019) se convierte en una obra caleidoscópica. El genio, su obra y un territorio dispuestos ante una maraña de espejos, reflejados hasta el infinito. Un homenaje honesto porque habla de luces, pero también de sombras, de sensibilidad y crudeza, demostrando quizás que estamos hechos de contradicciones.

 

Buñuel en el laberinto de las tortugas se proyectará el sábado 7 de marzo a las 17 h en el Cameo Picturehouse (Edimburgo).  A las 19 h se proyectará, además, el documental de Buñuel, Las Hurdes. Tierra sin pan, acompañado con música en directo creada por Carmen García y Jesús Osuna (Duo Montjuïc).

Buñuel en el laberinto de las tortugas también se podrá ver el sábado 15 a las 15.30 h en el CCA (CCA: Centre for Contemporary Arts) de Glasgow.

 

 

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