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Kalebegiak: de San Sebastián a Edimburgo de la mano del ESFF

por Ana G. Chouciño
Amparo Saldaña

Estos días, si antes de entrar a las salas de la Filmhouse de Edimburgo os detenéis en la cafetería, veréis que en las paredes no están los carteles de cine que normalmente nos acompañan. Las fotografías de Amparo Saldaña de la Fuente muestran calles conquistadas por mujeres, grafitis gigantes con figuras femeninas que nos recuerdan que las calles nos pertenecen. Reivindican nuestro derecho a recorrerlas sin que nadie nos interrumpa en nuestro camino.

También hay fotos de traineras que surcan el Cantábrico. Mujeres demostrando su fuerza, en un mar que ha sido protagonista en los cortometrajes de este domingo.

Kalebegiak une dos palabras (Kale: calle y Begiak: ojos, mirada). Creado a partir de la Capitalidad Cultural Europea 2016, este proyecto aúna 12 cortometrajes para convertirlo en película. 12 recorridos por las calles de San Sebastián a través de 12 miradas. El pasado domingo pudimos verlos en la Filmhouse de Edimburgo dentro del programa del 4th Edinburgh Spanish Film Festival.

‘Iraila’, de Asier Altuna y Telmo Esnal, muestran la belleza y la dureza de un mar contradictorio. Los regatistas, en medio de un paisaje abrumador, vencen a las olas. Mientras, en el mismo mar, un héroe anónimo pierde la misma batalla. San Sebastián y su orilla muestran nuestra lucha eterna con un mar que adoramos y odiamos al mismo tiempo, que desde siempre da la vida y la quita a partes iguales.

Las mismas aguas que volvemos a temer en ‘Kresala’. Ante las recomendaciones de no salir el puerto debido a la gran tormenta que azota la ciudad, un pescador decide saltarse las advertencias y zarpa con su pequeño barco. El mar, de nuevo, como dios implacable que juega a juntar pasado y presente, recordándonos nuestra insignificancia.

Pero las olas también pueden ser benevolentes, y es entonces cuando volvemos atrás en los años. ‘Txintxorro’ nos lleva a la pubertad, a los primeros enamoramientos que recordamos todavía con más inocencia si tienen la salitre de fondo.

KALEBEGIAK

Cartel oficial de KALEBEGIAK

‘El punto ciego’, de Iñaki Camacho, recoge un día cualquiera de Haizea. Pero ese día, al bañarse en la playa, Haizea cree perder el colgante que le regaló su madre. Los puntos ciegos son aquellos momentos que nos perdemos y que nos explicarían lo inexplicable. El mar vuelve a ser el escenario perfecto.

‘Kutxa Beltza’ nos traslada a la orilla, a un faro habitado por una mujer y su perro. Contado en animación, este formato permite llevarnos a un mundo onírico e irreal que sobrecoge e incomoda. ‘Narciso’, de Koldo Almandoz, realiza un retrato irónico de la personalidad de los donostiarras y de la propia ciudad. Una ciudad hermosa que quizás se mira demasiado a sí misma.

‘La ballena real’, de Julio Medem, utiliza al Cantábrico para contarnos una pequeña historia relacionada con la Reina María Cristina. Un paseo en una trainera en el año 1902, en busca de una ballena, se convierte en fábula en la que conoceremos a varios personajes claves de la historia de esta ciudad.

Pero no todo es mar en San Sebastián. ‘Los Ángeles Observer’, de Luiso Berdejo, nos lleva a Los Ángeles, a un ladrón y su víctima unidos por el nombre de su ciudad de origen. San Sebastián, en México y San Sebastián en el País Vasco. El intento de robo ya es lo de menos.

‘Testimonio’, de Daniel Calparsoro, reflexiona sobre el terrorismo, sobre la necesidad de diálogo con los jóvenes para no volver a repetir errores.

‘La casa del frío’, de Imanol Uribe, nos recuerde que hay otro San Sebastián que nunca sale en los postales. La casa del Frío es un albergue municipal que cada noche da cobijo a aquellos que no tienen techo. Omar, que trabaja allí, convertido en nuestra voz de la conciencia. No es casualidad que el albergue esté situado cerca del cementerio: es nuestro intento de esconder lo que nos resulta incómodo.

‘Bidexka’, de Borja Cobeaga, nos coloca ante una situación de acción en una ciudad que normalmente se presta a tranquilos paseos. Lo inesperado, logra robarnos una carcajada.

Y para terminar, ‘La chica de la luz’, de Maider Fernández y María Elorza. La enigmática figura de la mujer vendedora de flores, nos habla de las noches de fiesta en San Sebastián. Lo hace como los ángeles de Wim Wenders, desde fuera, pero reconociendo la humanidad que llena cada uno de los cuerpos.

Un trozo de San Sebastián ha quedado reflejado en cada uno de estos fragmentos. Juntos componen un puzzle emocionante que huele a sal y a cielos nublados. El puzzle de una ciudad que nunca sería la misma sin el Cantábrico.

 

Foto portada: Una de las fotos expuestas estos días en el Filmhouse de Edimburgo © Amparo Saldaña de la Fuente

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